Si el Metaverso no existe, ¿qué tenemos hoy?

Si el Metaverso no existe, ¿qué tenemos hoy?

En la actualidad el término “Metaverso” se encuentra en la boca de todos, pero quién sabe ¿qué es dicho Metaverso?. 

Los que trabajamos en el rubro sabemos que actualmente no existe, y en mi opinión quizás es algo que nunca alcancemos en su totalidad debido a algunas limitaciones impuestas por los departamentos de marketing, propiedad intelectual, derechos de autor y una serie de posibles situaciones donde la codiciada interoperabilidad será inviable. 

Es un término comodín, que goza de la suficiente ambigüedad para ser utilizado para todo lo que tenga que ver con la computación espacial (spatial computing) y espacios virtuales sociales; sin embargo, genera una gran incomodidad en los profesionales de la industria de las tecnologías inmersivas (industria XR); dado que es considerado en algunos espacios como un término mal utilizado en los esfuerzos de marketing en un afán de intentar simplificar la explicación de algo que quieren vender hoy, pero que sólo podrás ver “en el futuro” (si es que se cumplen algunas condiciones en el tiempo, claro está).

Aunque en gran medida son entendibles las causas detrás del amplio uso del término, se puede reducir a que es debido a la falta de información veraz y concreta sobre los diversos componentes del “Metaverso” (persistencia, interoperabilidad, economía descentralizada, entre otros), estos son vacíos de información que afectan a todo el sector transversalmente. 

Ya sea por la creación de expectativas basadas sobre estrategias de venta o por falta de visión detrás de la propuesta al cliente; hoy en día probablemente ya encontramos miles de “metaversos muertos” en los infinitos rincones de plataformas inmersivas que probablemente nunca escuchamos porque no lograron posicionarse en las primeras filas de ese sector.

Es por las razones antes expuestas que propongo acuñar un término que identifique adecuadamente:

· El estado de los contenidos que se ofrecen actualmente en los espacios inmersivos  

  multi-usuario

· El estado de la industria inmersiva, capacidades y alcances

· El futuro flexible del concepto del Metaverso

· El intrínseco proceso de maduración de dichas experiencias en el tiempo

· La meta es el Metaverso

Palabras y realidad 

Según la Hipótesis Sapir-Whorf *“Existe relación entre el lenguaje que una persona utiliza, y la forma en que percibe el mundo”, por lo tanto es imprescindible la precisión en cómo construimos ideas en base a las palabras. 

El “Metaverso” aún no existe 

A pesar de que medios y ciertas compañías insistan en nombrarlo e invocarlo incesantemente. Se ha convertido en una herramienta publicitaria que, contrario a lo que busca, pinta a nuestra incipiente industria como exagerada, alarmista y desbocada. La industria de la computación espacial está en constante evolución y el metaverso eventualmente surgirá. Sin embargo, por ahora  solo tenemos una gran variedad de protoversos.

Entonces, el Protoverso es…

todo aquel desarrollo de espacios inmersivos, sociales, interactivos y multi-jugador con proyección a madurar en el tiempo, que progresivamente vaya integrando diversas tecnologías, estrategias, protocolización y gobernanza de dichos espacios, logrando la armoniosa convergencia de todos los factores, dando paso al nacimiento de un Metaverso.

Hablemos de estos espacios inmersivos de la misma manera que hablamos de las empresas que los desarrollan, como Start-ups (infancia) o Unicornios (madurez). De la misma manera que un bebé no es un adulto, los protoversos actuales no son Metaversos.

El castillo de arena

Y el punto es que la innovación necesita de estos espacios para probar, investigar y construir castillos de arena. El metaverso debe constar con características uniformes, confiables y seguras; todo usuario debe percibir lo mismo, la experiencia debe ser uniforme, persistente y no sufrir cambios con cada actualización. Para conseguir las medidas exactas para esta receta necesitamos cientos (quizás miles) de protoversos, jardines cerrados en los que experimentar hasta lograr la fórmula perfecta.

En el presente existen multitud de mundos virtuales, cada uno con sus características especiales. Algunos cuentan con millones de usuarios que pueden interactuar en tiempo real, otros son desiertos sin actividad alguna. 

Todos estos protoversos han sido necesarios para llegar a donde estamos, y muchos más quedarán en el camino cuando lleguemos a nuestro destino. Podemos sentir el potencial, estamos seguros de que la convergencia tecnológica que debe darse para que surja un metaverso descentralizado está en nuestro futuro. Lo cual implica de facto que aún no hemos llegado.

Una larga cruzada

En las palabras de Tony Parisi**, “el término “Metaverso” no es apropiado al referirse a un lugar en el Metaverso.” Aceptar el estado actual de la industria implica aceptar que estamos en un estadío de protoverso, un pre – antes de llegar al Meta

Debemos conceder que falta desarrollo. Reconocer las limitaciones actuales de nuestra capacidad tecnológica, económica, social. Admitir que estamos en la etapa protoverso viene con un compromiso intrínseco que indica que la industria debe madurar naturalmente y a la vez planificar sus próximos movimientos. 

Las decisiones que tomemos el día de hoy repercutirán en el tiempo y se convertirán en certezas y consecuencias para un gran número de personas en el mundo. Estamos en un punto pivotal tecnológico, donde debemos tomar caminos que deben ser guiados por la ética y el bienestar social; una perspectiva que conlleva una toma de decisiones a largo plazo no exenta de riesgos.

Sin embargo, debemos tomarlos. 

El objetivo es un mundo abierto, multijugador e interactivo, con una economía interna, un sistema de gobernanza, claras reglas éticas y protocolos de seguridad. Debe tener persistencia, que tus acciones allá adentro tengan consecuencias y perduren en el tiempo. Idealmente estos mundos virtuales deberían ser transversalmente interoperables; que la identidad, avatar, y objetos digitales te acompañen de lugar a lugar.

Hasta que surja un único y descentralizado metaverso.

El desafío…

Este proceso contempla una evolución tecnológica transversal y acceso mundial a los equipos necesarios. Idealmente, el metaverso será agnóstico en cuanto al dispositivo de acceso, pero una tecnología tan avanzada implica un mínimo de poder necesario para conectarse a su interfase. 

En general, se asume que tanto estadounidenses como europeos y algunos países de Asia, poseerán tal poder desde el principio. Sin embargo, el metaverso omnipresente que imaginamos sólo surgirá si se desarrolla una infraestructura tecnológica mínima a nivel mundial. La humanidad entera debe tener acceso al mismo.

Antes de llegar allá, necesitamos protoversos, lugares en los que jugaremos con todos esos equipos, y los veremos evolucionar. Las cajas de arena en las que experimentaremos con tecnologías inmersivas, blockchains con monedas nativas, economías propias, diversas gobernanzas, y avatares compatibles.

Evitemos evaluar al niño como si fuese un adulto.

Los espacios virtuales en los que crearemos modelos de negocios alrededor del metaverso se llaman protoversos. Son el eslabón perdido y es su momento.

* https://es.wikipedia.org/wiki/Hip%C3%B3tesis_de_Sapir-Whorf

** https://medium.com/meta-verses/the-seven-rules-of-the-metaverse-7d4e06fa864c